"Antes de llegar a Ítaca"
¡Qué importantes han sido los libros para mí! La de horas que he pasado recorriendo los pasillos de algunas bibliotecas, cabalgando la vista de lomo en lomo, abriendo alguno para mirar la dedicatoria, oliéndolos incluso. Y paseando por la cuesta de Moyano, desde abajo hasta la estatua de Pío Baroja y vuelta, deteniéndome en las ofertas, observando al resto de transeúntes que se paraban, hablando con los libreros. En los peores momentos de mi vida, siempre encontré cierto alivio y compañía en la historia que otra persona escribió.
Pasé muchos años fabulando con la idea de hacerlo yo mismo, pero, como tantas otras veces, no encontré la fuerza para dar eco a mi voz. Pero llegó la primavera de 2020, aquellos 100 días en los que la vida paró y un virus nos tuvo confinados. Y por fin ocurrió, “Antes de llegar a Ítaca” es un ensayo que se engloba dentro de lo que se ha llamado Nuevas Masculinidades. Mezcla el presente, con todas las circunstancias que se van viviendo durante los meses de marzo, abril, mayo y junio de ese año, con un pasado atronador que, con el tiempo, se fue aclarando.
El libro comienza haciendo un recorrido por mi vida, que en ocasiones se acerca al “Trainspotting” de Irvine Welsh y otras al “Instrumental” de James Rhodes. Después de atravesar todo esa oscuridad y de hacer lo posible por desaparecer, en la segunda parte se comparte la recuperación de una persona a través de diferentes terapias: la gestalt, el eneagrama, las plantas maestras, los círculos de hombres… El ensayo termina con un análisis del incierto lugar que ocupa el hombre en tiempos de la Cuarta Ola Feminista.
Creo que no sólo es un libro para hombres, también puede servir para que las mujeres comprendan parte de nuestro dolor y además, que muchos de nosotros estamos dispuestos a ir perdiendo privilegios en pos de la equidad y para buscar un mundo más justo.
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"El regalo de Naia"
Aitor pasa la infancia en el Bilbao de principios de los años ochenta, una ciudad acorralada por la contaminación, la heroína y el conflicto político. Además, su padre trabaja en los Astilleros Euskalduna, que cierran en aquella época después de mucho tiempo de lucha. Así que sus primeros años están marcados por el miedo y por el deseo de que ninguna familia vuelva a sufrir como lo ha hecho la suya.
La vida de Estrella se desfigura cuando después de una noche de fiesta con sus amigos sufre un desequilibrio mental y los médicos la internan. En el centro otra paciente se pone de rodillas delante de ella pidiéndole que le toque la cabeza porque cree que es la Virgen María. Durante las tres semanas de reclusión teme que ya nada sea lo mismo y no se confunde.
Naia es una cría solitaria que de vez en cuando se hace círculos en el pelo con el dedo índice y que tiene un coeficiente intelectual muy por encima de la media. No le gusta perder al ajedrez y es aficionada a los poemas de santa Teresa de Jesús.
Una niña se sienta delante de la jaula de una protectora de animales y mete dos dedos de la mano derecha por uno de los cuadrados de alambre. Después tuerce el cuerpo para ver el sexo del animal y, cuando lo comprueba, pronuncia una palabra: «Ésta». A partir de entonces, Neska se convierte en la testigo principal de los acontecimientos que vive aquella familia.
“El regalo de Naia” es una novela que se desarrolla entre Euskadi, Ibiza, Malasaña e India, que intenta desentrañar ausencias como la del amor, la tierra propia o la cordura y que finalmente trata de responder a una pregunta: ¿de qué manera puede ser un regalo para unos padres la desaparición de su hija?
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