A principios de 2020 fantaseé con la idea de crear un colectivo para ayudar y acompañar a personas sin recursos económicos. El proyecto se llamó

PAN Y ROSAS

en homenaje a la película de Ken Loach (la gente sin dinero tiene derecho al pan pero también se merecen la rosas, que en este caso son los acompañamientos terapéuticos). Con el transcurso de los meses se fue uniendo gente y al final nos hemos juntado 45 terapeutas que atendemos a más de 50 personas

Pan y Rosas Fernando Miguel
C

reemos firmemente que la terapia es un acto social porque nos hace conocernos mejor y eso repercute en nuestras vidas y en la de las personas que nos rodean. Y con ello podemos ir creando una sociedad más justa, más igualitaria y más bondadosa.

El problema es que hay muchas personas a las que este tipo de acompañamiento no les llega. Y no lo hace por una razón: no tienen dinero. Los mundos del autoconocimiento son caros y, como decía, hay gente que ni se imagina que pueda recibir ese tipo de ayuda.

A finales de noviembre de 2020, y después de tocar muchas puertas, empezamos por fin a trabajar en el centro social La Villana, que está situado en el barrio de Vallecas, en Madrid. Nacimos con estas tres condiciones:

La sesión terapéutica cuesta entre uno y cinco euros y ese dinero se dona al centro social para ayudar a su mantenimiento.

Los terapeutas tenemos una reunión telemática al mes.

Ayudamos a limpiar periódicamente el centro social.

No nos gustan muchos de los aspectos de la sociedad en la que vivimos, pero seguimos pensando que se pueden cambiar las cosas, y que para ello hay que incidir especialmente en dos lugares: la educación y los barrios.

Contacto: proyectopanyrosas@gmail.com

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