n total he pasado 10 años como paciente de Yolanda Mozota. Desde luego ese es uno de mis principales puntales como terapeuta. Cada sesión que viví me sirvió para ir conociéndome mejor y el haber sido paciente tantos años, me permite ahora poder empatizar mejor con la gente que se sienta enfrente de mí. De algún modo, todas las personas que comienzan procesos terapéuticos, de cualquier orden, son héroes/heroínas que un día deciden dejar de ser personajes secundarios para protagonizar su propia vida. En una sociedad tan complicada como las que nos rodea empezar a mirarse en un acto de inconformismo y de tremenda valentía. Para cambiar el mundo hay que empezar por un@ mism@.
Realizo mi trabajo de dos formas:
Hoyo de Manzanares
Paso consulta en Hoyo de Manzanares, ese precioso pueblo al que me mudé hace ya 4 años, que se ha terminado convirtiendo en mi lugar en el mundo y que está a media hora de Madrid. Dependiendo de las necesidades, las sesiones se desarrollan en un despacho o en el salón de la casa.
Naturalmente es un espacio sin juicio y en total confidencialidad. Y uno de mis objetivos es que el paciente pueda extrapolar lo que sucede en ese contacto humano a su comportamiento social.
Sesiones on line
Hace un tiempo no era muy favorable a esta forma de trabajar. Pero me he dado cuenta de que tiene ventajas: no hay que desplazarse por lo que se ahorra tiempo, puedo observar la cara del paciente con más detalle, tenemos más flexibilidad horaria, hay más confidencialidad, el paciente está en un lugar de más seguridad y puedo atender a personas que están en lugares lejanos. Siempre que sea posible intento apoyar este tipo de trabajo con algún encuentro presencial. Y sólo trabajo con videollamadas, no con llamadas de teléfono.